No voy a descubrir nada nuevo a los asiduos de Donostia pero creo que puedo dar en este post algunos consejos e ideas para disfrutar y conocer una de las ciudades más bellas del mundo, San Sebastián.
De todo el mundo es conocido, por su fama universal, que al llegar a esta ciudad no puedes olvidar ir uno o varios días de pintxos por la parte vieja, muy recomendable para comprender la cultura de esta buena gente del País Vasco. Su genial forma de ser amigable y abierta te dará la oportunidad de conocer rápidamente nuevos amigos y conocer por su boca cosas interesantes sobre la ciudad y su gastronomía, los vascos siempre hablan de gastronomía, costumbre esta que me fascina.
En mis anteriores post he descrito con detalle los secretos y delicias de la gastronomía con letras mayúsculas, este es un homenaje a esos grandes maestros del buen hacer culinario menos conocidos y a los que casi todo el mundo puede acceder.
En mis anteriores post he descrito con detalle los secretos y delicias de la gastronomía con letras mayúsculas, este es un homenaje a esos grandes maestros del buen hacer culinario menos conocidos y a los que casi todo el mundo puede acceder.
El muy recomendable Nestor |
Al entrar en el casco viejo todos los bares nos llaman la atención y no es para menos, la mini gastronomía de Donostia es también de primer orden, como su hermana mayor, y aunque todos son buenos debemos saber que hay especialidades dignas de mención. Por ejemplo Nestor, un interesante bar donde sólo podemos comer sus especialidades: tomate con aceite, pimientos de Guernica, guindillas y su enorme chuletón. Parece simple pero al degustar el sabor de todo ello comprendemos la razón de que casi todos los clientes sean de la ciudad ¡es lo que tiene saber! y más que mis amigos Aitzol e Iratze, que me descubrieron este lugar, hay pocos que sepan tanto de Donosti de barcos y del Cantábrico ¡salud amigos!
La casa más antigua de Donostia |
En el paseo que supone entrar en la parte vieja descubriremos el encanto de calles, personas y establecimientos y si nos interesa la arquitectura y la historia podemos conocer la casa más antigua de la ciudad que está justamente haciendo esquina con la Plaza de la Trinidad como se puede ver en la foto superior.
Continuando por la estela de los buenos pintxos y sin abandonar la parte vieja ahora abordamos la barra de Zeruko, conocido por sus especialidades de diseño muy curiosas algunas pero buenas todas aunque el precio se dispara en este caso. Merece la pena conocerlo.
Nuestra siguiente tapa la tomamos en un buen lugar para tomar pintxos y para comer que me lo descubrió hace tiempo mi amigo Enrique. Bernardo Etxea conocido por sus buenas carnes y sus buenos pescados, nos tomamos unas muy ricas gambas ¡para chuparse los dedos!
Zeruko, el pintxo de diseño |
Continuando por la estela de los buenos pintxos y sin abandonar la parte vieja ahora abordamos la barra de Zeruko, conocido por sus especialidades de diseño muy curiosas algunas pero buenas todas aunque el precio se dispara en este caso. Merece la pena conocerlo.
Bernardo Etxea, buen comer en pequeño y en grande |
Su propietario muestra orgulloso los chuletones que sirve Bernardo Etxea |
Nuestra siguiente tapa la tomamos en un buen lugar para tomar pintxos y para comer que me lo descubrió hace tiempo mi amigo Enrique. Bernardo Etxea conocido por sus buenas carnes y sus buenos pescados, nos tomamos unas muy ricas gambas ¡para chuparse los dedos!
Vistas desde el Náutico |
El bar del Naútico lleva toda la vida sobre la playa de la Concha junto al puerto, tuvo sus momentos de esplendor donde personajes de clase alta lo utilizaban por sus cabinas de baño. Hoy, anticuado y exclusivamente para socios del mismo, permite disfrutar de unas vistas impresionantes desde su terraza atalaya, muy recomendable por la noche. En su interior guarda el pasado retratado en increíbles fotografías de época que producen una mezcla entre sonrisa, admiración y curiosidad ¡todo un viaje al pasado!
Museo de San Telmo |
Para los amantes del arte y de las construcciones del pasado os recomiendo visitar el flamante Museo de San Telmo, edificado sobre el antiguo Convento Dominico del siglo XVI y que gracias a una magnifica remodelación hoy muestra toda su original arquitectura rehabilitada después de muchos años de abandono.
Un pecado mortal es marchar de Donostia sin visitar la impresionante obra que ya ha inmortalizado a Chillida, su Peine de los Vientos que funde el arte y la naturaleza como nadie en el mundo ha sabido hacerlo ¡gracias maestro por crear algo tan bello!
El Peine de los Vientos de Chillida |
Las playas de Donostia bañadas por el Cantábrico |
Pero no sólo de gastronomía y cultura vive el hombre, los amantes del deporte tienen en la expresión del surf su mejor espacio en Donostia. El Cantábrico muestra toda su fuerza con impresionantes olas que a veces asustan a los mismo viandantes que pasean por la calle cerca de los espigones, puentes o de la misma playa ¡un autentico espectáculo!
Y si no nos importa alejarnos un poco de la ciudad para descubrir un lugar único podemos dedicar unas horas para visitar Arditurri, un curioso museo que muestra una mina enterrada ya en desuso y que se encuentra en un paraje natural digno de admiración. Se puede visitar su interior, algunas maquinas del pasado nos dan una idea del duro trabajo de estos hombres que en muchos casos dieron su vida trabajando en estas sofocantes minas.
Una buena idea para terminar la mañana es comer en Hondarribia, en el restaurante Arroka Berri
¡Buen viaje!
Y si no nos importa alejarnos un poco de la ciudad para descubrir un lugar único podemos dedicar unas horas para visitar Arditurri, un curioso museo que muestra una mina enterrada ya en desuso y que se encuentra en un paraje natural digno de admiración. Se puede visitar su interior, algunas maquinas del pasado nos dan una idea del duro trabajo de estos hombres que en muchos casos dieron su vida trabajando en estas sofocantes minas.
Una buena idea para terminar la mañana es comer en Hondarribia, en el restaurante Arroka Berri
¡Buen viaje!
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