Visitar a Paco Roncero siempre es un placer, por su simpatía y su aprecio, si además podemos hacerlo en su revolucionario Taller mejor que mejor, y si la oportunidad nos permite disfrutar junto a él de sabores únicos en el mundo, la satisfacción es mayor. "Siempre aprendo de él".
A pesar de los muchos viajes que tengo en estas fechas y la enorme carga de trabajo me es muy difícil decirle a mi amigo Rubén Valbuena que no puedo asistir a una cita con Paco Roncero para enseñarle algunas de sus nueva joyas de Granja Cantagrullas , acompañadas del vino Ourive Godello 2011 de la Bodega Ronse do Sil. Para esta importante ocasión abrimos una de sus únicas 800 botellas de la añada 2011.
Con la precisión y cariño que le caracteriza a Rubén corta sus quesos artesanos de leche cruda y se los muestra al chef y su equipo donde no falta el ojo crítico de Manuel. De forma inmediata Roncero descubre los diferentes matices de cada uno de ellos, Rubén ha conseguido llamar la atención de uno de nuestros grandes chefs y eso me encanta. No hay nada mejor para el humilde e incansable artesano del queso que los grandes paladares de España valoren su encomiable y exclusivo trabajo.
Termina nuestra corta reunión con la alegría de saber que de aquí puede salir algo grande. Es mi obsesión hacer que los creadores de gastronomía y artesanos de diversos productos se conozcan y realicen milagros gastronómicos. Necesitamos apoyar a nuestros artesanos emprendedores, necesitamos mostrar al mundo que en este país sabemos hacer grandes producto y necesitamos dejar de tener complejos absurdos.
Mi agradecimiento a mi querido y admirado Paco Roncero que ilumina la gastronomía de Madrid desde su privilegiada atalaya de La Terraza del Casino y desde sus múltiples espacios innovadores como el Taller de Paco Roncero y sus Estado Puro que nos alegran a sus muchos seguidores.
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